BÚFALO VALIENTE
“Cuando tenía 10 años, miré la Tierra y los ríos, el
cielo arriba y los animales a mi alrededor. Era imposible no darme cuenta de
que habían sido creados por algún poder superior. Tenía tantos deseos de
comprender este poder que les pregunté a los árboles y los arbustos. Parecía
que las flores me miraban fijamente y yo quería preguntarles ‘¿quién
las creó?’. Miré a las piedras cubiertas de musgo. Algunas de ellas
parecían tener rasgos humanos, pero no me podían responder. Entonces tuve un
sueño. En mi sueño una de estas pequeñitas piedras redondas se me apareció y me
dijo que el creador de todo era Wakan Tanka, y que para honrarlo
debía honrar a toda la naturaleza. La piedra dijo que mediante mi búsqueda
había demostrado ser merecedor de ayuda sobrenatural. Me dijo que cuando
estuviera sanando a alguna persona podía pedir su ayuda; dijo que todas las
fuerzas de la naturaleza me ayudarían a lograr la sanación”
(Búfalo Valiente, Hombre Medicina Lakota, nacido en
1838)
MEDITACIÓN LAKOTA OGLALA PARA SER COMO UN “PEQUEÑO TUBO”
“primero pensé en todos los bloques saboteadores que se interponen en el camino
de Wakan Tanka y de los ayudantes cuando quiero que trabajen en mí y a través
de mí. Entonces les pedí que removieran estas cosas para que yo pudiera ser un
hueso limpio. Hicieron esto y en la medida que sentía aparecer los obstáculos,
saliendo de mí, los tomaba con las manos y los desechaba. Cuando todo esto
estaba hecho, me sentí limpio y fresco. Me vi como un hueso vacío que está
brillante por dentro y vacío. Miré alrededor y dentro de mí para ver si quedaba
algo de obstáculos o mugre y ya no había nada. Sabía que estaba listo para
servir a Wakan Tanka bien y levanté las manos en agradecimiento y para decirle
lo feliz que estaba. Inmediatamente, pude sentir el poder que entraba en mí y
estiré las manos para ayudarle. Fue maravilloso y mi energía crecía y crecía
hasta sentir que estaba completamente repleto de poder. Luego sentí que iba a
explotar! Entonces vi gente de todas las razas a mis alrededores y les entregué
el poder. Todas y todos estaban muy felices y agradecidos y me sentí muy bien
al compartir en este dar. En la medida que me iba vaciando, podía sentir que
entraba más poder en mí, y fue maravilloso!. Así es como uno se convierte en un
pequeño tubo vacío” (Aka Mato Wanbli;
Abuelo Oso Águila, Wichasha Wakan del pueblo Lakota Oglala)
Breve glosario Lakota
Wichasha: Hombre - Persona
Wakan: Sagrado
Wakan Tanka: nuestro creador; el Gran Espíritu
Mato: Oso
Wanbli: Águila
Mitakuye Oyasin: Todos mis parientes (los hijos de la Madre Tierra y demás
seres alados, con patas, que se arrastran, que nadan, plantas y árboles, los
seres nube, los ríos y montañas, etc. = toda mi familia; o "todas
mis relaciones")
DESCRIPCIÓN DETALLADA DE
LA MEDITACIÓN LAKOTA
OGLALA PARA SER COMO UN “PEQUEÑO TUBO” (para antes de cualquier
sanación o ceremonia)
Primero vienen siete respiraciones de conexión; lentas,
profundas y calmando la mente. la idea es conectarse con el poder espiritual de
sanación que pasa a través de las plantas, pero no sólo a través de ellas, sino
a través de
nosotros también. A cada respiración entramos más profundo y más en
calma, conectando con nuestra esencia.
Luego vienen cuatro pasos:
Sacar todo lo que interfiere en nuestra limpieza como canal (como si sacaramos
la mugre de una cañería para que pase el agua); ya sea escepticismo,
inseguridad, soberbia, miedo, o cualquier otro elemento que esté interfiriendo.
Le pedimos a la Madre
Tierra que lo transmute; que transmute toda esa energía
contaminada y la purifique. Una vez que está limpio el canal, levantamos los
brazos y recibimos - con las palmas hacia arriba, como fuentes - el poder de
sanación del Gran Espíritu, siempre disponible, infinito. Ya estando
llenas las manos, este poder se ve como una luz muy pura y resplandeciente. Repartimos
la luz por todo nuestro cuerpo, desde la cabeza hacia abajo, llenándonos de
ella.
Extendemos los brazos para repartir este poder entre gentes de todas las razas,
y vemos su gratitud por recibir esta luz de sanación. Al mismo tiempo nos sigue
llenando este poder que estamos recibiendo y compartiendo
Palabras del Hombre Medicina Trueno Retumbante
“…cada pensamiento, cada
palabra es un rezo. Es por esto que nos entrenamos tan poderosamente que cuando
miramos a alguien tenemos un buen pensamiento. Alguna gente me dice que han
olvidado cómo rezar. Es sorprendente la cantidad de personas que admiten haber
olvidado cómo rezar – al menos como lo hacemos los pueblos originarios. Me
gusta enseñarles a las personas a rezar. Una de las primeras cosas que les digo
es que bajen la velocidad, se calmen, empiecen a aprender y que dejen de lado
la basura que contiene el idioma inglés. Conocemos bien el poder de la oración.
No es nada nuevo para nosotros. Pero hay diferentes maneras de rezar. Si no
tomas la medicina de la manera adecuada, si no rezas de la manera adecuada, no
esperes el beneficio. Con la medicina no se juega. Muchas personas usan el
lenguaje equivocado: “yo quiero”. Al Gran Espíritu le da lo mismo lo que tu – o
cualquiera de nosotros – quiere. El Gran Espíritu está interesado en lo que es
bueno para ti, de lo cual puedes beneficiarte, estar sano y bien. Tenemos que
aproximarnos al poder del Gran Espíritu de una manera humilde…” “…después que morimos,
podemos ir a muchos lugares – no sólo uno o dos – según para lo cual estamos
cualificados. Se supone que debemos elevarnos a niveles más altos cada día.
Cada nuevo día deberíamos vivir de una mejor manera que el día anterior, y todo
lo de ayer debe ser puesto en el pasado. Cada año de nuestras vidas en cada
vida se supone que debemos ir a un nivel más alto hasta que llegue el momento
en que ya no necesitemos volver. Una persona va ascendiendo en cada vida, a
menos que cometa suicidio o asesinato. Si una de estas cosas sucede, tendremos
que sufrir y podríamos volver a un nivel más bajo, como nacer en la forma de un
gusano o un coyote. Entonces tenemos que volver a esforzarnos hasta subir de
nuevo al mismo nivel. Todos tenemos nuestro trabajo en la vida. No estamos
destinados a desperdiciar nuestra vida suicidándonos inconscientemente a través
de las drogas y el alcohol y otras cosas que destruyen nuestras mentes y nuestros
cuerpos. Tenemos que aprovechar al máximo nuestras vidas ayudando a otros –
este es el trabajo que deberíamos estar haciendo todo el tiempo. Nuestros
cuerpos no son “reales” porque son temporales. Pero el espíritu vive
eternamente. Así es como creamos nuestro propio infierno y nuestro propio
paraíso, empezando aquí mismo…” “…independiente del poder que tengas, no puedes
forzar una sanación. Todos los factores tienen que unirse en el momento y lugar
adecuados. Nunca hagas nada por ego o voluntarismo. Lo que más se necesita para
la sanación es humildad ante el poder del Gran Espíritu. Todo el poder viene
del Gran Espíritu. Por esto les digo a las personas que yo no hago nada. Aunque
puedo ser un canal para el poder del Gran Espíritu”. Trueno Retumbante – Hombre medicina Cherokee,
discípulo de Caballo Grís (Paiute), Abuelo Mato Wanbli (Lakota Oglala) y Mad
Bear Anderson (Tuscarora), entre otros